Metamorfosis de un concepto
Con base en Pierre Hadot, El velo de Isis. Ensayo sobre la historia de la idea de Naturaleza, Barcelona, Alpha Decay, 2015.
Physis: […] resultado de un crecimiento.
Homero (s. VIII a. C.), Odisea.
Physis kruptesthai philei: La naturaleza ama esconderse.
Heráclito (540-480 a.C.).
Pienso, por mi parte, que todo aquello que los sabios y médicos han dicho y escrito sobre la naturaleza se ajusta menos al arte de la medicina que al de la literatura; y creo, además, que sólo a partir de la medicina es posible conocer algo cierto sobre la naturaleza. Aprenderlo será posible cuando se haya abarcado aquélla correctamente y en su totalidad [. . .] Me refiero a esa investigación que consiste en conocer con exactitud qué es el hombre, por qué causas llega a existir.
Hipócrates (460-370 a.C), Tratados o Corpus hipocráticos.
Sostendré, de todos modos, que lo que se llama «por naturaleza» está producido por una técnica divina, y, por una técnica humana, lo que está compuesto por los hombres a partir de ello.
Platón (427 – 347 a. C.), El Sofista.
Muchos, otros poderes, cercanos al supremo numen por su fuerza y naturaleza, nos son desconocidos, o tal vez, y esto es más admirable aún, escapan a nuestra vista a fuerza de deslumbrarla, bien porque sustancias tan tenues no son apreciables a los ojos de los hombres, bien porque su majestuosa santidad se oculta en profundo retiro para gobernar su imperio, es decir, a sí mismas, y no dejar acceso mas que al alma. [. . .] ¡Cuántos animales no conocemos sino desde el siglo actual! ¡Cuántos otros no conocemos y conocerán nuestros descendientes! ¡Cuántas cosas están reservadas para las edades venideras, cuando no exista ni siquiera nuestra memoria!
Qué sea este ser sin el cual nada puede existir, lo ignoramos; ¿y nos admira no conocer mas que imperfectamente algunos puntos luminosos [los cometas], cuando se nos oculta ese Dios que es la parte más principal del universo?
Séneca (4 a. C. – 65 ), Cuestiones naturales.
Es fruto para mí todo lo que producen tus estaciones, oh naturaleza. De ti procede todo, en ti reside todo, todo vuelve a ti.
Marco Aurelio (121-180), Meditaciones.
Los sortilegios de la magia, decía, no son más sorprendentes que la magia de la naturaleza, de la que la música es una de sus mejores ilustraciones.
Plotino (205-270), Enéadas.
Los demonios que presiden la naturaleza nos revelas sus regalos, tanto en el sueño como en la vigilia, por medio de apariciones ficticias, sirviéndose de oráculos oscuros, dando a entender una cosa por la otra, mostrando lo que no tiene forma, gracias a su semejanza con ciertas otras formas, y también con otros objetos por medio de figuras que les están asociadas; todos estos procesos son los que ocupan las ceremonias sagradas y los dramas místicos en los centros de iniciación, dramas que actúan precisamente en el alma del iniciado por lo que ésta tiene de secreta y desconocida.
Porfirio ( 232-304), Comentarios sobre la República.
Pues la naturaleza ama ocultarse y no soporta que, lo que de la esencia de los dioses está oculto, sea arrojado con desnudas palabras a oídos impuros.
Juliano II, el Apóstata (331–363), Contra el cínico Heráclito.
Principio y origen de todas las cosas,
antigua madre del mundo,
noche, luz y silencio…
Mesomedes (s. I-II), Der Hymnus des Mesomedes an die Natur (El himno de Mesomedes a la Naturaleza).
¡Oh Naturaleza, diosa madre de todas las cosas, madre de incontables astucias,
celeste, antigua divinidad fecunda, reina
que todo lo domina y no eres nunca dominada por nada,
que gobierna y todo lo ves!
Verso de un himno órfico de la naturaleza (s. II).
Solo los sabios deben conocer los secretos de los dioses por medio de la exégesis de los mitos. En cuanto a los profanos y los necios, deben ignorarlos, porque si el profano (rusticus) supiera que Ceres no es más que el poder natural de la tierra para producir cosechas y multiplicarlas, y que Baco no es más que el poder natural de la tierra para producir viñedos, nada podría evitar que cometieran acciones deshonestas por temor hacia Baco o Ceres, a quienes creían ser dioses.
Guillermo de Conches (1080–1145), Fábula.
[…] descubrir las fuerzas secretas y maravillosas de los seres de la naturaleza, es decir, su phuseis, sus propiedades y virtudes ocultas, así como sus relaciones de simpatía y antipatía derivadas de esa phusis en los tres reinos.
Recetas alquímicas o mágicas (s. II a.C.).
Y toda la naturaleza es llamada maga por el amor recíproco.
Mediante la técnica dominamos aquello en lo que somos vencidos por la naturaleza.
Ficcino (1433-1499), De amore. Comentario a " El Banquete" de Platón.
[…] la naturaleza no desvela sus secretos más que bajo la tortura de las experimentaciones.
Francis Bacon (1561–1626), Novum Organum.
Los secretos de la naturaleza están ocultos. [...] las experiencias que nos dan de ellos la inteligencia se multiplican continuamente; y como son los únicos principios de la física, las consecuencias se multiplican proporcionalmente.
Pascal (1623-1662), Fragment d'un Traité du vide.
XIII.
Todas aquellas flores han caído ante el terrible azote del norte, para enriquecer a uno entre todos tuvo que perecer ese mundo de dioses. Con tristeza te busco en el curso de los astros a ti, Selene, ya no te encuentro allí, por los bosques te llamo, por las olas, pero resuenan vacíos.
Friedrich Shiller (1759–1805), Los dioses de Grecia, fragmento.
Ser uno con todo lo viviente, volver, en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la Naturaleza.
Friedrich Hölderlin (1770–1843), Hyperión.